Foto: SaraMarFer |
Parece como un chasquido
astillando hasta el tuétano
haciendo un roto opaco
a esta calma desdichada
ausente de tanto buscar.
Intento enfriar las lágrimas
que refrescan el dolor blanco
de este oscuro camino
zancadilleando este triste final.
Y la mente estorba el suspiro
como enseñando los dientes
a las verdades del tiempo
y el secreto de respirar.
La espalda doblega el minuto
escapando al presente
para ojear el segundo
donde se encierra el último mirar.
Parece como un viaje eterno
en ese tren que se pierde
esperando sentado el deseo
con la esperanza de despertar.
De nada servirá tanto hueco
de nada valdrá un anhelar más,
el tiempo tornará al presente
el paso volverá a su pisada
y mi retina te volverá a soñar.
Un poema triste y esperanzador.
ResponderEliminarUn gusto leerte Sara
Abrazo cariñoso
María Gladys Estévez.