Sigo arañando la curva esbelta
de esta existencia que descansa
en el hilo de la hierba frescaque sabe de mis palabras.
Doblego los talones del infierno
que resbalan entre recuerdos
como pasadizos inciertos
olvidados en el averno.
Respiro el viento efímero
que redobla las voces internas
para desescuchar el chirrío
de las cadenas internas.
Sigo despuntando las orillas
para rozar el salitre eterno
que refresca el camino
y espera el eterno beso.