Algunas de mis pisadas...

Mi foto
Pontevedra, Pontevedra, Spain

domingo, 27 de septiembre de 2015

BUSCÁNDOTE



Foto: Saramarfer

A pesar de tu olvido, sigue siendo el mismo lugar, acariciando con sigilo cada codo de la habitación, escalando el límite de la gravitación donde empieza el ensoñamiento. 
Persigo tus letras y tus sílabas de corteza, tus alegorías y silencios de resuello... acecho tu aliento para alcanzarte y no dejarte ir jamás, aunque siga entre las fantasías de mis sueños.

Sigue el fluido inventor de palabras, preguntando sobre tu tiempo y lugar, para alcanzar la concurrencia imaginaria sobre el estro invisible de tu silueta. Y ahí empieza la travesía de las entrañas, buscando el decir que acicale hermosuras o ese contar para que la tensión vital haga explotar en una máxima cúspide de placer....

domingo, 13 de septiembre de 2015

ALFONSINA Y EL MAR...



Alfonsina emerge del mar, en una inmensa concha de nácar. Aletea la visión esbelta de la costa entre la niebla densa como un vómito de tiempo en un suspiro mental.

Vuelve Alfonsina para mirar otra vez las pupilas de su amor doliente, como escudriñando tanta banalidad viviente. Y solicita, pregunta, adolece de tiempo... parece que nada se pueda encontrar.

Y llega la ocasión que sigue resbalando en la tupida valla verde de juegos, hambrientos de regresos de aquellos días de verdad. Pero siguen estorbando los dedos, buscando las fotos de aquellos perdidos delirios de pasado, como las teclas de un viejo piano, para que surjan las letras gastadas para acunar tanta angustia silenciada en un nuevo fondo hasta la profundidad del mar.

jueves, 10 de septiembre de 2015

ENTRE NUBES


La ofuscación desdobla la mente del cuerpo, entre arcilla y agua, que nunca llegan a cuajar, dejando un deshecho somnoliento. 
Un brinco de palabras sin prisa, un juego de juegos sin piezas que arremeten con agotadores bocados del pasado que aspira a principio. 
Una tarascada clamando, una vez más, con el cuerpo inerte en las ramas de la realidad. 
Gajos, casi ya otoñales, que dejan la palabra enganchada en cada semilla dormida de eternidad.
Será el principio de un nuevo tiempo, de una nueva mañana fresca y clara, porque hasta las nubes blancas en sus cantos, saben a esperanza.