Es la batalla del más allá...
Más allá de ti y de mi, envuelta por la presencia del tiempo y canturreando la canción de nana; la única compuesta para ella, la única que susurra el corazón en la inmensidad de otro nuevo crepúsculo.
Es el aleteo del amanecer, escondiendo un guiño de complejidad y furia en si mismo.
Y allí me tropiezo, contigo sin ti, desde el incierto imaginario de la palabra, desde el rumor del sueño y con un ósculo al viento.
Te encuentro porque me reencuentro, desde la ofuscación en la inexistencia etérea que me expande y más allá de otra maldita batalla.
Más allá de ti y de mi, envuelta por la presencia del tiempo y canturreando la canción de nana; la única compuesta para ella, la única que susurra el corazón en la inmensidad de otro nuevo crepúsculo.
Y allí me tropiezo, contigo sin ti, desde el incierto imaginario de la palabra, desde el rumor del sueño y con un ósculo al viento.
Te encuentro porque me reencuentro, desde la ofuscación en la inexistencia etérea que me expande y más allá de otra maldita batalla.