Retuerzo el hielo de tu mirar
con el fuego de mis quimeras
retando al tiempo el frío
que calienta las penas.
Recuerdo el blanco mantel
donde dejar las copas llenas
que alejan tus labios abiertos
para atrapar las viejas letras.
Siento el pálpito que escuece
como la grieta que aprieta
con el desaire del vacío
que asola el lecho de mis venas.