que barre las palabras

entre cielos que tintinean
buscando refugio en el suelo.
Me gusta tu tierra,
amada en la montaña
segada en la arena,
llena siempre de añoranza
buscando siempre el recuerdo.
Me gusta tu lluvia,
como juego de lágrimas
entre el dulce beso del pasado
y la sal que cicatriza mis sueños.
Me gustas en silencio
con el eco de un gaitero
con el polvo en los zapatos
y volar hasta un lejano deseo.
Me gustas porque me recuerdas
entre los que fueron mis anhelos,
jugando a veranos infinitos
soñándote en los inviernos...
Me gustas porque te quiero
a pesar de tanto acertijo incierto.
Y queriéndote te espero,
como un sueño en la tierra
para viajar por tu cielo.